...El problema es que si me dijeras "me encantas" no podría creérmelo. Ya no se cuando es un juego y cuando es verdad. Estoy perdida...
¡Espera,espera! No he terminado. Dime que me quieres. Dímelo porque yo jamás me atreveré a decírtelo primero. Me daría miedo que pensaras que es un juego. Sálvame, te lo suplico.
...Y ahí, sepultados bajo el hormigón, por fin pudimos compartir nuestro sueño de infancia: el sueño de un amor sin fin...