lunes, 29 de noviembre de 2010

Tan distintos... tan iguales....


Se compenetraban, se complementaban, se llevaban bien, se querían y no podían dejar de hablarse con la mirada... En realidad, eran dos personas totalmente distintas, podría decirse que eran polos opuestos, él de Marte, ella de Venus, él demasiado racional y ella... ella quizás demasiado sentimental, pasional. Pero cuando estaban juntos no necesitaban nada más, él tenía aquello de lo que ella carecía y ella consiguió mover esa vena sentimental que él cría no tener... Disfrutaron de largas noches abrazados escuchándose respirar y cuando estaban separados solo pensaban en el momento de volverse a ver... Era la relación más perfecta que ninguno de los dos había tenido. Nunca se consideraron novios, a ella no le gustaba poner nombre a los sentimientos, creía que así se rompía la magia de la vida, además los dos sabían que nunca nadie había sentido lo que ellos sentían, aquello se merecía un nombre nuevo...!!
Pero de repente un día él se fue... y allí se quedó ella con el corazón hecho trozos en una mano y en la otra bonitos recuerdos que sabía que nunca olvidaría... No le dio explicaciones, simplemente se fue y le dijo que la quería como nunca había querido a nadie, pero eran demasiado diferentes... polos opuestos. Ella sabía que ese no era el motivo, sabía que él simplemente tenía MIEDO, miedo a que la cosa funcionara, o miedo a que se rompiera, miedo a quererla como la quería y miedo a que ella le quisiese sin control, miedo a tener un futuro demasiado próximo o miedo a perderla cuando fuese demasiado tarde... sólo miedo.

1 comentario:

  1. Muy hermoso... se nota que eres romántica sin remedio! Gracias por seguirme :)

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